¿Es posible evitar que mis hijos sufran mi divorcio?

¿como evitar el sufrimiento de mis hijos en la separación?

Sí, con una buena gestión del divorcio o separación como padres, es posible que tus hijos no sufran y evitar así problemas emocionales, psicológicos y sociales, además de la pérdida familiar por la ruptura de vuestra relación como pareja.

La separación o divorcio es una etapa difícil tanto para vosotros como adultos como para vuestros hijos porque es una etapa de cambio desconocida para todos vosotros que alterará la forma en la que interaccionáis como familia y como padres.

Y eso asusta.

De hecho, solo de pensar en ello nos frena a la hora de tomar la decisión de separarnos.

Ese miedo a lo desconocido, al futuro incierto y a las consecuencias negativas es una de las causas más habituales por las que se alarga la decisión de separación o divorcio.

Nos aterra y apena solo pensar en ello y lo vamos dejando hasta que la situación es insostenible.

En realidad, ese miedo procede de una de las creencias negativas que rodean la ruptura.

Una mala gestión de tu separación es lo que puede provocar consecuencias negativas en tus hijos.

Aunque te sorprenda, somos los padres los que, sin ser conscientes por nuestra falta de información y ausencia de habilidades para manejar la situación, provocamos sufrimiento a nuestros hijos.

El sufrimiento de los hijos es el daño colateral de la ruptura mal gestionada.

Un divorcio o separación mal gestionado puede llegar a dividir el corazón de tus hijos, teniendo que negar el amor hacia uno de sus vosotros cuando está delante del otro.

En 2006 estuve en tu lugar y mi mayor preocupación fue que mis hijas sufrieran o causarles daño de algún modo, no verlas todos los días o privarlas de tener una familia e infancia feliz.

Yo también causé daño indirecto a mis hijas durante dos años. Ojalá hubiese tenido la información que hoy te brindo a ti.

Afortunadamente puedo afirmar que hay maneras de minimizar el impacto negativo del divorcio en los niños y ayudarles a adaptarse a la nueva situación familiar.

Separarse o divorciarse de la mejor manera posible con la menor huella posible en tus hijos es una decisión.

Antes de empezar quiero que conozcas que desde el instante en el que tomaste la decisión de la separación o divorcio te enfrentas a 3 desafíos para los que nadie te ha preparado. Tampoco nadie te ha dicho que tendrás que lidiar con los 3 a la vez:

1. Recuperar tu equilibrio emocional y tomar el control de tu vida en todos los ámbitos y adaptarte cuanto antes a los cambios que se producirán en tu vida tras la toma de la decisión ya sea tomada por ti o por tu ex pareja. 

2. Acompañar a tus hijos. Tus hijos te necesitan para aceptar la transformación familiar que están sufriendo con vuestra decisión (o la de uno de vosotros). Para sentirse seguros, protegidos y sin miedo a la incertidumbre que conlleva el cambio te necesitan disponible tanto física, emocional como mentalmente. Tus hijos van a vivir la separación de sus padres a través de ti; si tu estás bien, ellos estarán bien. Si tu estas mal, ellos también lo estarán.
3. Reconstruir la relación con tu expareja solo como padres. La separación con hijos es parcial así que toca seguir estando el uno en la vida del otro por el bien de vuestros hijos. Tenéis que hablar, poneros de acuerdo para organizar la logística de los niños (la familia, aunque los padres ya no sean pareja tiene su ciclo vital igualmente y aunque no lo creas os necesitáis mutuamente para poder construir la vida individual que queráis sino vuestros hijos no tendrán familiar sino vidas paralelas), pautas educativas, atender sus necesidades…

Pero, además, tendrás que prepararte para el proceso legal y lograr acuerdos y la transición de tu estado civil sea lo menos dolorosa posible y podáis construir una nueva reorganización familiar que os funcione y se adapte a vuestras circunstancias personales y a las necesidades de vuestros hijos.

Ojalá pudiésemos abordar cada desafío de forma independiente y una vez superado pasar al siguiente. En cambio, muchas veces la realidad no es así.

La dificultad de la separación o divorcio radica en que estos 3 retos llegan de golpe, a la vez y has de hacerles frente sí o sí.

Para ayudarte te ofrezco en este artículo algunas claves que te pueden ayudar a gestionar la ruptura de pareja y proteger a tus hijos durante la separación o divorcio.

Prepara tu mentalidad para un nuevo modelo familiar

Es crucial reconocer que la mentalidad de la familia tradicional ya no sirve en este nuevo contexto familiar.

En lugar de mantener la ilusión de una vida compartida como pareja, es fundamental aceptar la realidad de que ahora cada uno de vosotros tendrá una vida independiente y solo compartiréis la responsabilidad de la educación y crianza de vuestros hijos.

 

Nuevo modelo de familia tras separación: individuales como personas con metas comunes como padres

La mentalidad de los padres desempeña un papel crucial en cómo manejan la situación y cómo afecta a los hijos para ayudarles en la transición familiar.

Adaptarse a esta nueva forma de ver la familia es todo un desafío, aunque esencial para construir un buen ambiente familiar y estable para tus hijos.

La mentalidad de tus hijos también hay que prepararla para el nuevo modelo familiar.

Porque ellos en su mente os ven como indivisibles y como unidad.

Para ellos sois “sus padres” y van a experimentar la pérdida de la familia conviviendo bajo el mismo techo como la han vivido hasta ahora y han de empezar a veros como personas individuales en todas vuestras facetas y a la vez como padres.

A muchos niños también les parece injusto los cambios venideros porque han de vivir las consecuencias sin haber formado parte de la decisión.

De esa sensación de injusticia también surgen muchas reacciones emocionales que experimentan sobre todo los niños adolescentes y preadolescentes.

Les sacamos de sus rutinas, de su entorno seguro, de sus hábitos y su comodidad.

Les imponemos una nueva forma de interacción y los ponemos en medio de un contexto para ellos desconcertante, hostil e impredecible por un tiempo, en el que se sienten perdidos, apenados y confundidos.

Para comprender a tus hijos, ponte en su lugar.

¿Complicado?

Parece más complicado de lo que en realidad es. Con tu ayuda lograrán aceptar y adaptarse a vuestra nueva realidad tanto personal como familiar.

Explicarles a los niños cómo va a ser su vida a partir de ahora

Algo fundamental para tus hijos es que, una vez les expliquéis que vais a poner fin a vuestra relación como pareja, también les aclaréis cómo va a ser su vida a partir de ahora: en qué casa van a vivir, quién los va a llevar ahora al colegio…

En resumen, todo lo que necesitan saber para su día a día.

Y además es importante que los involucréis en los cambios si tienen más de 12 años para que sientan que les tenéis en cuenta.

Por ejemplo, «si van a tener un segundo dormitorio en casa del otro (papá/mamá), que sean ellos quienes vayan a elegir la decoración y que se sientan parte de su nuevo hogar».

Intentar que los cambios sean los mínimos posibles para no desestabilizarlos demasiado a nivel emocional y no sientan que viven en el caos.

Es importante que vuestros hijos mantengan la misma relación con vuestras respectivas familias (abuelos, tíos, primos) aunque su frecuencia o manera de interacción se modifique.

Una buena planificación y organización de cómo será ahora la vida de vuestros hijos es básica porque les ayudará a recuperar el equilibrio lo antes posible.

De igual modo intenta mantener la estabilidad y la rutina

Durante este período de transición al nuevo modelo familiar, es importante mantener la estabilidad y la rutina tanto como sea posible.

Intenta mantener las mismas rutinas diarias, como la hora de acostarse y las comidas familiares. Esto proporcionará a tus hijos un sentido de seguridad y previsibilidad en un momento de incertidumbre.

Acompáñalos a gestionar la pérdida de su modelo familiar (duelo)

Tú eres la clave para que tus hijos puedan vivir esta transformación familiar desde la calma y sin que aparezca la sombra del sufrimiento emocional.

Por ello es clave que te cuides tú para poder cuidar de ellos (primer reto de la ruptura) y poder acompañarlos en este proceso de cambio familiar y vital.

El dolor lo van a experimentar hasta que el sistema familiar recupere el equilibrio y comprueben por ellos mismos que, aunque ahora en casa todo es diferente, se sienten tranquilos y confían en vosotros.

En cambio, su sufrimiento sí lo puedes evitar.

Aquí te dejo unas pequeñas claves para ayudarles a nivel emocional:

Sé ese faro de luz en medio de la tormenta. Aunque físicamente no estés siempre presente, tu apoyo y confianza inquebrantable en su capacidad para superar cualquier dolor, los acompañará en cada paso del camino.

Escucha con el corazón y hazles sentir que sus palabras son valiosas y significativas para ti. Cada emoción compartida es un tesoro que os une y fortalece vuestra relación.

Valida su dolor y acompáñalo con amor y comprensión (no cuestiones ni minimices sus emociones) hasta reponerse del impacto de la ruptura de sus padres.

Aunque soy consciente de que ahora no lo ves, esta crisis familiar es una oportunidad única para que tus hijos adquieran herramientas para gestionar situaciones de pérdidas futuras que pueden surgir a lo largo de su vida.

Tú eres su seguridad y su tranquilidad. Tu amor incondicional y tu capacidad para escucharlos en momentos de bajón harán magia.

Si quieres saber más de este segundo reto de la separación aquí tienes un artículo en el que te explico cómo acompañar a tus hijos durante la separación.

Nunca cuentes los motivos de la ruptura (son cuestiones de pareja)

Evita contar a tus niños las razones de la ruptura.

Entiendo que estés dolida/o y necesites decirles que tú no has tomado la decisión o que te viste obligada a tomarla, pero te aseguro que no es buena idea porque tus hijos van a sufrir y se van a sentir obligados de forma indirecta a posicionarse hacia la persona que perciben como más débil y vulnerable.

Y, además, les estás transmitiendo una idea errónea de las relaciones.

Sin darte cuenta estarás construyendo la historia del bueno y del malo y reforzando el imaginario social negativo (la idea que tienen la sociedad sobre el divorcio) que gira en torno a la separación.

En la ruptura de pareja ambos padres son responsables del fin del amor.

Tú tienes el 50% de responsabilidad de la ruptura ya sea por acción u omisión.

Es una verdad dura de aceptar, pero es la realidad.

La separación con hijos en común es parcial y aunque deje de ser tu pareja siempre y para siempre va a ser el padre/madre de tus hijos.

Y estos os necesitan a los dos y necesitáis que vuestra relación funcione lo mejor posible para que vuestros pequeños crezcan equilibrados, emocionalmente sanos y puedan contar con ambos como sus padres y su familia.

Es posible que en este momento me estés odiando y cierres la página.

Lo sentiré y en ese caso te deseo que cuando te des cuenta no sea demasiado tarde para enmendar tus errores.

Utiliza una comunicación abierta y honesta con tus hijos.

Hablar a tus hijos con franqueza no es contarle detalles ni las fechorías que te ha hecho, la infidelidad, desvalorización o presunto maltrato de tu expareja.

Es hablar de las relaciones, dificultades y obstáculos que pueden surgir en cualquier relación y que nos hacen sentir infelices y requieren tomar decisiones muchas veces en contra de nuestro deseo porque juntos es inviable ser felices.

Hablar con ellos es fundamental para ayudar a tus hijos a comprender lo que está sucediendo en casa  y cómo pueden manejarlo. Hazlo utilizando siempre un lenguaje adecuado a su edad y madurez.

Cuando les expliques que se va a producir la ruptura déjales bien claro que ellos no tienen culpa ninguna y que a veces los adultos han de tomar decisiones difíciles y que ambos los queréis igual que siempre y que vais a seguir estando presentes en su día a día.

Es muy importante insistir en que «son cosas de pareja y que ellos nada tienen que ver».

Esto hay que dejarlo claro porque sobre todo los más pequeños tienden a pensar que es por su culpa y no es así, debemos decirles que las cosas de pareja son precisamente eso, cosas que pertenecen solo a dos personas.

Es prioritario hacerlo así porque los niños necesitan que todas las piezas del puzle encajen porque lo que no les cuadre, lo imaginarán y crearán su propia historia.

Ayúdales a aceptar los cambios.

Y en la medida de lo posible hacérselo fácil para evitar que se sientan nómadas (tener en los dos hogares sus cosas y prescindir de la maleta) y tengan la percepción de vivir vidas paralelas.

Evita conflictos frente a tus hijos

Los conflictos entre vosotros en presencia de vuestros hijos son muy perjudiciales para ellos porque sufrirán, se sentirán impotentes y se sentirán culpables (sobre todo si vuestra discusión gira en torno a ellos).

De forma indirecta se sentirán obligados a elegir entre vosotros sobre todo si les haces cómplices de tu dolor. Intenta resolver cualquier disputa de manera privada y evita discutir o pelear frente a ellos.

Recuerda que tus hijos no deben sentirse atrapados en medio de tus problemas con tu expareja. Es un problema de adultos, jamás de los niños.

En “Separación Positiva” te doy herramientas para gestionar conflictos de manera constructiva y evitar conflictos frente a tus hijos.

Fomenta una relación cordial y colaborativa con tu expareja

Aunque la relación de pareja haya terminado, la relación como padres continúa.

Recuerda que la separación siendo padres es solo parcial (aunque quieras mandarlo a… no debes por el bien de tus hijos)

Fomenta una relación cordial y cooperativa con tu expareja centrada en la educación y crianza de vuestros hijos para su bienestar.

Y, además, aunque penséis que cada uno es responsable de la relación que cada cual tiene con sus hijos, apoyaros.

Los padres tenemos la responsabilidad de que nuestros hijos tengan relación con el otro y fomentar y cuidar esas relaciones (sé que te repatea, pero si quieres que tus hijos estén bien te sugiero darle una pensada y reflexiones sobre los beneficios que esta acción proporcionará a tus hijos).

Queda tranquila porque los niños son “personitas menudas” pero muy inteligentes y a cada uno nos ponen en nuestro sitio. Saben mejor que nosotros mismos quién es quién y el título de “papá y mamá” nos lo ponen ellos.

 Busca apoyo para gestionar la situación

No tengas miedo de buscar ayuda profesional si sientes que la situación te supera y ves que tus hijos se están empapando de todo lo que ocurre en casa y te sientes perdida e incapaz de mantenerlos al margen.

Un terapeuta familiar especializado en crisis familiares te va a ayudar con herramientas y estrategias para atravesar este período de transición de modelo familiar de la mejor manera posible.

Y ten en cuenta de que te enfrentas a 3 retos interrelacionados que se ponen en acción todos a la vez, y por si fuera poco has de resolver el aspecto legal si quieres ser una persona libre civilmente.

1. Recuperar el control de tu vida en todos los aspectos, tanto emocionales como personales, para encontrar el equilibrio, confianza en ti misma y paz.

2. Preparar y apoyar a tus hijos durante este proceso de cambios en la estructura familiar, brindándoles seguridad, protección y la orientación necesaria para adaptarse a la decisión que habéis tomado.

3. Reconstruir una nueva dinámica con tu expareja, enfocándote en cultivar una relación basada en la cooperación y el respeto mutuo como padres, para proteger a tus hijos de los posibles efectos negativos de la separación en su bienestar emocional y desarrollo futuro.

En “Separación Positiva” encontrarás el apoyo emocional que necesitas durante este tiempo y, además, te sentirás acompañada por otros padres que quieren lo mismo que tú:

Hacer las cosas bien para proteger a sus hijos y que la experiencia vital de la ruptura no se convierta en un infierno para nadie.

Prioriza el bienestar de tus hijos

Recuerda que, ante todo, tu prioridad debe ser el bienestar de tus hijos. La clave para que tus hijos estén bien eres tú porque los niños viven la ruptura a través de sus padres.

Ellos se contagian de nuestro estado de ánimo, copian nuestras palabras e imitan nuestras reacciones y actitudes.

Toma decisiones pensando en su bienestar y en cada decisión que tomes pregúntate:

¿Me hace sentir orgullosa de mí misma?,

¿qué quiero que aprendan mis hijos de mi ruptura?,

¿cómo beneficia esta decisión a mis hijos?

Estas preguntas te ayudarán a tomar la decisión correcta anteponiendo el bienestar de tus hijos por encima de todo.

Intenta trabajar de manera colaborativa con tu expareja para garantizar que tus hijos reciban el apoyo y el amor que necesitan durante este tiempo de transición y adaptación al nuevo modelo familiar.

En “Separación Positiva”, mi prioridad principal es el bienestar de tus hijos y te brindo el apoyo necesario para superar estos tres retos que la vida te está imponiendo con la decisión de la separación o divorcio.

Únete a mi programa de acompañamiento “Separación Positiva”

Si estás pasando por una separación o divorcio y buscas apoyo para ti y tus hijos, mi programa de acompañamiento “Separación Positiva” está aquí para ayudarte.

Con sesiones en directo, recursos prácticos y una comunidad de apoyo, te guiaré en el proceso de separación de manera positiva y constructiva.

¡Únete al programa y construyamos juntos una nueva vida familiar para ti y tus hijos  y empezar así a disfrutar de tu nueva independencia!

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