Allí solo se hace oficial tu nuevo estado civil. ¿Pero qué sucede con tus hijos después de ese trámite?
Hay una realidad que nadie puede negar: las consecuencias de un divorcio mal gestionado las pagan los hijos.
Lo que de verdad importa no es lo que se decide en el juzgado, sino como se gestiona el nuevo modelo familiar fuera de él. Tus hijos necesitan una familia, no una batalla legal entre vosotros.
Quizás dar el paso de romper la relación te angustia, porque:
Ahora puede parecerte imposible mantener una relación cordial y respetuosa con el padre/o madre de tus hijos, y seguir siendo una familia, aunque distinta. Pero hay algo que nadie te ha dicho: tienes tres grandes desafíos por delante, y vas a enfrentarlos todos a la vez.
1. Recuperar el control de tu vida y tu equilibrio emocional. Adaptarte a los cambios sin perder tu esencia como persona es el primer paso para salir adelante con fuerza.
2. Acompañar a tus hijos en este nuevo modelo familiar. Ellos necesitan tu apoyo para entender y adaptarse a la nueva dinámica, sintiéndose seguros y protegidos.
3. Reconstruir la relación con tu expareja. No como pareja, sino como padres, para seguir disfrutando del día a día de tus hijos sin perderte momentos clave de su infancia, adolescencia y juventud.
Y, además, prepararte para el proceso legal. Este será el marco que asegurará un acuerdo que funcione para todos y proteja a tus hijos.
Es un error común pensar que la separación pone en peligro la capacidad de ser buenos padres. Pero lo que de verdad importa es que tus hijos:
Yo también me divorcié en el año 2006. Me sentí perdida, llena de preguntas y sin saber por dónde empezar. La incertidumbre me sobrepasaba, y lo que más me preocupaba era cómo proteger a mis hijas y darles una familiar sólida, incluso tras la separación.
Tuve que encontrar las respuestas por mi cuenta, y eso me llevó a descubrir mi verdadera pasión: ayudar a otras familias a superar el proceso de ruptura con tranquilidad desde la comprensión de la propia experiencia.
Hoy, soy autora del cuento terapéutico «¿Me cuentas la historia de mamá y papá?»Desde el 2011, como terapeuta social familiar acompaño a padres en su separación para que puedan reorganizar sus vidas, transformar su modelo familiar y cuidar del bienestar emocional de sus hijos.
Mi intuición me llevó a estudiar la licenciatura de Trabajo Social, y en ella adquirí las habilidades que necesitaba: comunicación, resolución de conflictos, gestión de emociones y control sobre mis pensamientos…
Con esas herramientas construí el nuevo modelo de interacción familiar(un modelo que fomenta acuerdos pacíficos, comunicación constructiva y estabilidad para los hijos) de mis hijas y logré la paz y tranquilidad que tanto necesitaba. Pero no solo eso: también me di cuenta de que mi experiencia personal podía ayudar a otros padres. Yo podía evitar que otras personas sufrieran lo que yo pasé.
Como Terapeuta Social Familiar en contextos judiciales, terapeuta familiar, mediadora y coordinadora parental, ayudo a familias cuyos padres deciden romper su vínculo como pareja y construir un nuevo modelo de relación. Para ello, utilizo la misma metodología que a mí me ha funcionado.
Y no lo hago sola, cuento con un equipo de apoyo con más de 20 años de experiencia en el trabajo con padres que se encuentran en proceso de divorcio o separación.
Tus hijos necesitan a todos los miembros de su familia para ser felices.
Papá, mamá, los abuelos, los primos... Todos son parte de su mundo desde que nacieron. Cada miembro de la familia tiene un lugar especial y es importante para ellos.
Con mi apoyo, podrás conseguir lo siguiente:
Quiero que te sientas orgullosa de haber luchado por la felicidad de tus hijos y la estabilidad de tu familia.
No importa quién decidió la ruptura.
No importa el motivo.
No importa si fue tu elección o no.
Lo que realmente importa es cómo decides enfrentarte a esta nueva etapa vital y reconstruir el modelo familiar que tus hijos necesitan y funcione para todos.
Lo que decidas incluir en tu convenio regulador marcará el rumbo de la vida familiar tras la separación. Evitar errores ahora te permitirá construir acuerdos claros y justos, protegiendo la estabilidad emocional y cotidiana de tus hijos.
Es el momento de actuar con tranquilidad y confianza, creando un plan que funcione para todos.