Cómo abordar la separación de la mejor manera posible: 7 errores comunes a evitar

Los 7 errores más comunes al comenzar un proceso de separación

Los 7 errores más comunes al comenzar un proceso de separación (revisa que no los estés cometiendo)

Después de un tiempo de duda, inseguridad y mucho mucho miedo, la decisión ya está tomada. El fin de tu matrimonio es una realidad.

Y ahora te encuentras en las puertas de ese nuevo camino que tienes por delante, pero más que un camino, lo que ves como un precipicio.

Y además te sientes incapaz de ver el fondo. Sientes que vas a dar un salto al vacío y cruzas los dedos para que las cosas vayan saliendo bien.

Sé sincera contigo misma.

En el fondo de ti no tienes claro por dónde empezar y hay momentos en los que la situación te supera, ¿verdad?

Es lógico cómo te sientes, yo también me sentía igual.

Así que tranquila porque ese sentimiento tiene una explicación.

Ocurre porque tras tomar la decisión de la ruptura con el padre de tus hijos, te enfrentas a tres retos que se relacionan entre sí y que, además, se dan todos a la vez:

1. Recuperar las riendas de tu vida, es decir, tomar el control sobre tus decisiones, acciones, forma de pensar, emociones y tomar conciencia de tu parte de responsabilidad en las diferencias con el que ha sido tu pareja para volver a tener la dirección de tu vida en tus manos.

Tus hijos van a vivir la separación a través de ti por eso necesitas sentirte fuerte y dirigir el rumbo de tu vida porque has de:

2. Preparar y acompañar a tus hijos durante la ruptura y el cambio de su vida cotidiana para que puedan comprender la separación de sus padres, aceptar y adaptarse al nuevo modelo familiar.

Como la separación de pareja con hijos solo es parcial, y tus hijos necesitan unos padres y una familia para crecer felices y sentirse seguros y protegidos. Tendrás que:

3. Reconstruir la relación con tu expareja para seguir unidos como padres y así, compartir y disfrutar del día a día de tus peques, siguiendo adelante sin culpas ni remordimientos.

Estos son los tres retos a los que te enfrentarás y por si fuese poco, también tendrás que lidiar con la separación o divorcio legal.

Mira.

Para que te sea más sencillo comprender el camino de la separación, vamos a verlo como cuando planeas un viaje. ¿Me sigues?

Lo primero que haces es buscar una estancia especial para descansar a gusto, te aseguras del clima local para que no haya sorpresas y quizás te hagas con alguna guía turística para no perderte los lugares más interesantes.

En resumen, le dedicas tiempo con antelación a ese viaje para que todo salga bien.

¿Me equivoco?

Pues si planificas unas vacaciones con tanta dedicación, ¿como no vas a hacer lo mismo con tu nueva vida y la de tus hijos? De hecho, la separación quizás sea el viaje más importante que vosotros como familia vais a realizar.

Por eso te cuento los errores más comunes que he visto a lo largo de estos años acompañando a familias en su viaje hacia su nuevo modelo familiar. Para que no caigas en ellos, recalcular ruta y decidas a tu favor y a favor de tus hijos.

1. Empezar la ruptura de la pareja por el divorcio legal

Este es el error que veo cometer con más frecuencia a los padres al separarse como pareja, y el que yo también cometí cuando me separé.

Pero ahora sé que lo hice porque en esos momentos, no conocía otra manera de comenzar la separación.

Parecía lógico. Quiero separarme legalmente de mi pareja, pues voy a un abogado, ¿verdad?

El problema salió a la luz cuando el abogado terminó su trabajo y el conflicto, en vez de acabar, se multiplicó por cien porque el padre de mis hijas no estaba contento con el resultado.

Ahí supe que no habíamos solucionado nada. Que el abogado sólo había tramitado un proceso que me convertía de casada a soltera. Y de solucionar nuestra situación familiar y pasar página, nada de nada.

Más tarde lo terminé de corroborar al realizar durante dos años un estudio de investigación como perito social con decenas de parejas y comprobar que a ellos les pasaba lo mismo.

Ahora, con ese camino recorrido tengo la certeza de que la única manera de lograr la tranquilidad que buscas en tu separación pasa por pararte a reflexionar la situación real de tu familia y conocer todas las opciones y técnicas posibles de llegar a un acuerdo, sin fórmulas genéricas y que además han demostrado que hacen que el enfrentamiento posterior sea eterno.

Y ahora sí, puedes abordar la ruptura con una perspectiva más clara de lo que tu familia necesita, sabiendo que hay maneras diferentes de conseguir acuerdos y recuperando el control sobre ti misma para tomar decisiones más beneficiosas, será el momento de iniciar la parte judicial.

Piensa que la separación legal se basa en tomar decisiones y negociar la nueva organización familiar para el convenio regulador. Ahora más que nunca necesitas serenidad y claridad mental.

2. Dejar en manos de un abogado la nueva organización familiar

Una de las creencias más arraigadas en torno a la separación, es que el abogado con la ley en la mano es el que se encarga de diseñar una nueva organización familiar que después el juez pueda aceptar para hacer efectivo el divorcio legal.

Ten en cuenta que no existen dos familias iguales, así que no es realista esperar que alguien que no sois vosotros (tu ex pareja y tú) diseñe vuestra vida de manera eficaz a medio y largo plazo.

Como bien sabes, cuando alguien toma la decisión de separarse, lo que más le angustia es cómo le va a afectar esa ruptura a sus hijos y en gran medida, el bienestar de estos dependerá de cómo se gestione esa separación y cómo sea el día a día cuando termine el proceso de divorcio legal.

Por eso, a la hora de enfrentar una separación con hijos, un plan parental bien detallado y atado es una de las herramientas más eficaces para lograr una separación positiva.

Porque con asesoramiento e información, tú junto al padre de tus hijos podéis decidir y construir una nueva organización familiar que se ajuste cien por cien a vuestros hijos y vuestras necesidades reales.

Será la hoja de ruta que os devolverá la estabilidad como familia, ya que al estar detallado, sin cabos sueltos y aceptado por los dos, os ahorrará tener que recurrir al juzgado a los meses o años, según vayan evolucionando las necesidades de la familia.

Además, el proceso legal será más rápido, económico y con menor coste emocional para todos.

3. Creer que en una separación habrá un ganador

En una separación o divorcio, si alguno de los miembros pierde, pierde toda la familia.

Es posible que al vivir separados y con caminos diferentes, ya no os veáis como núcleo familiar, pero si hay hijos de por medio, el núcleo quizás se haya hecho invisible a los ojos, pero en absoluto ha desaparecido.

Te guste o no, el padre de tus hijos va a seguir siendo parte de tu vida porque la ruptura es sólo parcial (grábatelo en la mente) y seguís siendo padres y familia de vuestros hijos.

Por eso es importante que todo lo que se decida, se haga en favor de todos los miembros de la familia, sin perjudicar a nadie y menos a vuestros hijos.

Vuestra preocupación más grande.

Por eso construir acuerdos y darle la vuelta a cada situación difícil para que tus hijos salgan ganadores, os hará ganadores a vosotros como padres también.

4. Ver el divorcio legal como un final y no un principio

Es verdad, el final de la relación como pareja es una realidad. Este capítulo ha llegado a su fin.

Pero ahora empieza otro y tienes que elegir qué contar en él.

¿Cómo te quieres ver a ti y a tus hijos dentro de un año?

Cierra los ojos e imagina cómo te gustaría que fuera un día cualquiera de tu nueva vida. Pues esa es la que tienes que construir.

Y para ello, lo primero que hay que hacer es desterrar esas creencias que hacen suponer que la separación es un fracaso, que hay que vivirla con sufrimiento y que todo lo que rodee a esta decisión va a ser negativo.

Nada más lejos de la verdad.

En realidad, se piensa así por una falta de información y desconocimiento de cómo hacerlo de la mejor manera posible porque hasta ahora se carecía de un modelo positivo que imitar.

5. Creer que la sentencia judicial pondrá fin al conflicto familiar

En un divorcio legal contencioso (cuando a los padres les resulta imposible ponerse de acuerdo y buscan la ayuda de un juez para que tome decisiones por ellos en un juzgado) las dos partes siempre pierden porque pierden el control de su vida, de sus hijos y su familia.

¿Y adivina quiénes son los más perjudicados?

Eso es. Tus hijos.

Y tiene todo el sentido del mundo, porque la sentencia judicial, es decir el documento donde el juez establece las medidas económicas y personales y familiares de los hijos que regirán después de la separación, está diseñada con leyes. No con lo que tú quieres y tus hijos necesitan.

Es decir, una sentencia de divorcio es una vida impuesta.

Y ahí empieza la tormenta.

Porque lo habitual es que esa sentencia deje un perdedor, se distancie de vuestras necesidades reales del día a día como familia, y sobre todo, aleje la felicidad de tus hijos como objetivo principal.

Por eso, sólo vosotros como padres podréis construir un nuevo modelo familiar que os funcione, os resuelva y os dé paz.

Y eso se consigue dando un paso atrás como adultos para poner delante de vuestros intereses personales las necesidades de tus hijos.

6. Dejarse asesorar por familiares y amigos

En una separación, la emoción del miedo se impone para acompañarte durante todo el proceso sobre todo si el control de tu vida lo dejas en manos de tus emociones.

Piensa que tener miedo ante la vivencia de la separación es normal porque te enfrentas a una situación que representa un peligro para tu estabilidad y bienestar.

Es una situación nueva que te desconcierta en todos los sentidos porque está llena de incertidumbre.

Y además va a afectar a tus hijos.

¿Cómo no sentir miedo? Yo di el paso muerta de miedo.

Y ese miedo es el que te deja con los hombros encogidos, con necesidad de consejo y te empuja a buscar el apoyo de los tuyos. Amigos y familiares.

En personas, que quizás no han pasado por una separación o divorcio legal y si lo han hecho, por nada del mundo quieres pasar por lo mismo.

Vivimos en una sociedad en la que nos sentimos con derecho a opinar y está bien, pero quiero que tengas en cuenta que cada persona ve la situación según su visión, sus valores, sus creencias, sus vivencias, expectativas … que quizás difieren de las tuyas.

No copies la forma de jugar de otros. Busca la tuya.

Porque si cada persona es única, cada familia también lo es.

7. Anteponer tus intereses a los de tus hijos

Es muy normal que, durante un proceso de divorcio, con todo tu mundo tambaleándose e incendiado de rabia, te centres en calmar tu angustia a costa de lo que sea y te olvides de lo que más quieres proteger: tus hijos.

Esto sucede porque en una ruptura el mundo se pone patas arriba, perdemos el control sobre nosotras mismas y la emoción toma el mando y las decisiones por nosotras.

Y aunque queremos poner a los niños en primer lugar, al final no lo hacemos porque no podemos.

Por eso es bueno que recuerdes que si no tomas el control de tu vida perderás el
rumbo.

Estarás presente para tus hijos, pero no disponible para ellos.

Y si tú sientes miedo, ¿imaginas cómo se sentirán ellos ante una decisión impuesta?

Como padres, es una obligación protegerlos, darles hogar y que sientan cariño en su entorno.

Recuerda que la vida cambia para vosotros como pareja, pero no como padres y preparar la ruptura de la pareja es el secreto para vivir una separación positiva.

Y si te despistas, te pierdes y cometes errores, es normal, forma parte del proceso.

Vuelve a intentarlo otra vez. La vida te da la oportunidad de empezar cada día.

Si después de leer este post te has dado cuenta de que tú también quieres una separación positiva, descárgate gratis la guía que te dará claridad para empezar a construir la vida que mereces para tus hijos y para ti.

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¿Te sientes perdida y no sabes por dónde empezar ni qué poner en tu convenio regulador para vivir con paz mental tras la separación?

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