Mediación Familiar en la Separación: Cómo evitar conflictos y proteger el bienestar de tus hijos

La mediación en la separación positiva

Tras 12 años de trabajo con familias separadas con hijos, he comprobado que la mejor solución a la hora de resolver diferencias entre los padres está lejos de los juzgados.

Por eso, encontrar un acuerdo común para organizar tu nueva vida familiar y que sea elegido tanto por ti como por el padre de tus hijos, es la opción más rápida y económica y, además, al ser consensuada será la que cumpliréis con más facilidad.

Y esto es una prioridad cuando hay hijos en común.

Por eso, en este post te explico qué es la mediación familiar y cómo te puede ayudar en tu divorcio o separación.

 Qué es la Mediación Familiar en la separación

La mediación familiar en la ruptura de pareja con hijos es la ayuda de una persona neutral y capacitada para ayudar a que los padres puedan resolver sus diferencias de manera constructiva, con el objetivo de que padre/madre consiga la opción más justa y beneficiosa posible y puedan dar continuidad a las funciones y responsabilidad que tienen como padres a pesar de estar separados.

 Cuál es la función del mediador. Lo que hace y lo que no hace

El mediador actúa como una figura imparcial cuya función es facilitar la comunicación y el entendimiento entre el padre y la madre con el fin de llegar a acuerdos que beneficien a toda la familia.

Durante el proceso, el mediador brinda un espacio de diálogo seguro para que ambas partes expresen sus preocupaciones, necesidades y deseos sobre cuestiones como la custodia de los hijos, el reparto de bienes, la pensión alimenticia y otros aspectos relevantes.

El mediador guía la conversación, fomenta el diálogo y la colaboración, y ayuda a identificar puntos en común y posibles soluciones.

¿Y qué no hace un mediador?

Aunque el mediador puede ayudar a la persona a expresar sentimientos, no reemplaza a un terapeuta para lidiar con las reacciones emocionales que afloran en el proceso.

Tampoco toma decisiones ni emite juicios ni puede decir a los padres lo que han de hacer. Recuerda que su función es ayudar a los padres a encontrar soluciones por ellas mismas facilitando que puedan entenderse.

Pero no presiona a nadie para llegar a un acuerdo. El proceso de mediación es voluntario y nadie puede forzar a nadie a pactar algo.

 Qué es la mediación intrajudicial y qué diferencia existe con la extrajudicial en una separación

La mediación intrajudicial y extrajudicial son dos formas de resolución de conflictos que tienen lugar en diferentes momentos dentro del proceso legal de una separación.
Su principal diferencia es el momento en el que ocurren y el espacio.

La mediación intrajudicial es la que se lleva a cabo cuando ya hay un proceso judicial de divorcio en marcha.

En este caso, un juez podría remitiros a vosotros como padres a un proceso de mediación con el fin de intentar llegar a un acuerdo antes de que el caso avance en el juzgado de familia y el juez tome la decisión por vosotros. Se suele hacer en el mismo juzgado.

En este tipo de mediación a veces surgen dudas. Te dejo algunas de las preguntas que me suelen hacer por si te rondan a ti por la cabeza.

“¿Tengo que asistir de forma obligada a mediación?” Si el juez os ha derivado a mediación es porque piensa que podéis solucionar vuestras diferencias por esta vía y tendrás que presentarte a las sesiones y es de obligado cumplimiento.

¿Me puede acompañar mi abogado? Aquí tengo mi criterio personal. A mi modo de ver, aunque no es necesario, el abogado sí tendría que acompañar a su cliente a sede judicial desde la sesión informativa, sobre todo cuando es una situación judicializada.

Porque se puede dar la situación que necesite asesoramiento jurídico (recuerda que te he dicho más arriba que el mediador, aunque sea abogado no puede asesorar ni orientar) y el cliente se sienta tranquilo y con mayor confianza.

En este caso el abogado es un apoyo y una tranquilidad para ti, y si lo precisas te puede orientar para proteger tus derechos.

“¿Qué sucede si no voy a mediación?” Te estarás perjudicando a ti misma y a tus hijos.

Tu negativa también habla, y tu acción le estará diciendo al juez de forma indirecta “señoría, me niego a colaborar con este señor y tampoco tengo nada que hablar con él”.

Aquí te invito a reflexionar y asistir a las sesiones, y si te genera desconfianza, solicita que tu abogado esté presente porque te vas a sentir más tranquila y segura.

“¿Qué hay que tener en cuenta cuando se va a realizar una mediación?” Desde mi punto de vista ser lo más sincera posible, actuar de buena fe, respetar al otro (aunque no estés de acuerdo en algunos temas) y ser coherente con lo que puedes cumplir y con lo que te será imposible por los motivos que sean.

Y aplicar el sentido común e intentar ponerte en el lugar de tus hijos. Piensa en las consecuencias que tendrán en ellos tus decisiones.

En definitiva, poner más el foco en las necesidades de tus hijos que en tu propio interés personal.

“¿Qué es lo más difícil del proceso de mediación intrajudicial?” Sin duda alguna, escuchar para comprender y mantenerte en silencio. No sabemos escuchar, más bien oímos para responder. Sobre todo, si de la boca del otro salen lo que tú, desde tu subjetividad, percibes como una gran mentira.

Si te cuesta mantener la tranquilidad te sugiero preparar la sesión con antelación.

Por otro lado, la mediación extrajudicial será fuera del ámbito judicial y antes de que se presente una demanda de separación o divorcio.

En este caso, tú junto con tu expareja acudiríais a un mediador con el propósito de llegar a un acuerdo sin tener que recurrir a un proceso legal.

En esta opción la presencia del abogado no es necesaria durante el proceso. Eso sí una vez lo tengas confeccionado el acuerdo el abogado es necesario para la redacción jurídica y su tramitación en sede judicial (ese acuerdo o plan parental se presenta dentro de la demanda de separación/divorcio).

En resumen, la mediación intrajudicial se realiza después de haber iniciado un proceso judicial, mientras que la extrajudicial tiene lugar antes de acudir a los tribunales.

 Beneficios de la Mediación Familiar

● Construir relaciones y favorecer la comunicación.

● Disminuir tensiones y fomentar la paz y la cooperación.

● Limitar las consecuencias negativas para los hijos ya que se consigue:

– que asuman mejor la nueva situación familiar,
– garantiza el derecho y necesidad de los niños de tener a ambos padres,
– y se evitan sentimientos de culpabilidad.

● Ajustar los acuerdos a las necesidades familiares reales.

● Favorecer la flexibilidad y la colaboración ante los cambios.

● Disminuir el coste emocional, económico y de tiempo.

● Conseguir un grado de cumplimiento mayor.

 Cómo ayuda la mediación en tu proceso de separación con hijos

La mediación desempeña un papel fundamental en el proceso de separación cuando hay hijos por medio.

Veamos cómo te puede ayudar:

 Propicia la comunicación entre tú y tu expareja:

Porque proporciona un espacio seguro y estructurado donde podréis comunicaros de manera efectiva. Un mediador facilita el diálogo, ayuda a prevenir malentendidos y a clarificar vuestras necesidades y preocupaciones.

 Pone el foco en el interés de tus hijos:

La mediación pone en primer plano el bienestar de tus niños y de esa manera podrás, junto con el padre de tus hijos, encontrar soluciones acerca del cuidado, educación y crianza que beneficien a los pequeños.

 Consigue acuerdos personalizados:

En lugar de dejar que un juez tome las decisiones sobre la custodia y el régimen de visitas, con la mediación tienes la oportunidad de crear acuerdos que sean únicos y se adapten a las necesidades reales de tu familia.

Esto generará resultados más satisfactorios y duraderos.

 Reduce las diferencias y fricciones entre vosotros:

Al proporcionar un ambiente controlado en el que ambos podréis expresar vuestros puntos de vista de manera ordenada y respetuosa, la mediación disminuirá la disputa entre tú y tu expareja y evitará discusiones acaloradas. Lo que se traduce en menos estrés y ansiedad para ti y para tus hijos.

 Fomenta una relación más cooperativa como los padres:

En la mediación los padres aprenden a trabajar juntos en la crianza de sus hijos, lo que crea un ambiente más estable y positivo para el día a día de los niños.

 Vuelta a la normalidad más rápido y ahorro económico:

En comparación con un proceso legal contencioso, la mediación es más rápida y ahorra mucho dinero en abogados y procuradores.

Esto te permitirá concentrarte en las necesidades importantes de tus hijos en lugar de gastar tus recursos en interminables disputas legales.

 El cumplimiento del acuerdo es más fácil:

Como los acuerdos en mediación son construidos por los dos padres es más probable que ambos cumpláis con lo que se ha acordado, lo que brinda estabilidad a la vida de tus hijos.

 Confidencialidad:

La mediación también garantiza privacidad y confidencialidad, lo que te permitirá discutir asuntos sensibles sin el temor de que se utilicen en tu contra en el futuro.

 Paso a Paso: El proceso de Mediación Familiar en separación con hijos

La mediación familiar es un camino de colaboración para resolver diferencias entre los padres, priorizar el bienestar de tus niños y llegar a acuerdos satisfactorios para ti y para tu expareja.

Veamos cuales son los pasos a seguir:

 Inicio del proceso de Mediación

En este punto, el mediador trabaja contigo y con tu expareja para conocer el contexto y abonar un terreno sólido para poder tomar buenas decisiones.

Durante esta etapa, se asegura de que comprendáis el objetivo de la mediación, las reglas y los beneficios de trabajar juntos para encontrar soluciones en las que no haya ganadores ni perdedores.

Después os anima a expresar vuestros objetivos y aspiraciones en relación con los temas en disputa, mientras fomenta la identificación de metas comunes que busquen el bienestar de todos los miembros de la familia, y en especial el de vuestros hijos.

Esta definición de objetivos y metas comunes es esencial para crear un ambiente de cooperación y establecer las bases para el proceso de acuerdo y ayuda a evitar enfrentamientos innecesarios en etapas posteriores.

 Exploración y discusión de asuntos relevantes

En esta etapa el mediador:

● os guiará a través de un análisis detallado de los temas que afectan a la vida de tus hijos y la dinámica de tu familia,

● actúa como una figura imparcial y se asegura de que tú y el padre de tus hijos tengáis la oportunidad de hablar y ser escuchados para expresar vuestros puntos de vista, inquietudes y necesidades,

● puede presentar información objetiva sobre las opciones disponibles para la familia tras la separación, y explicar cómo algunas decisiones pueden afectar a los hijos en el presente y en el futuro.

 Creación de acuerdos personalizados

Aquí tú junto a tu expareja trabajarás junto al mediador para transformar las conversaciones y los avances logrados en soluciones concretas y adaptadas a las necesidades únicas de tu familia.

La flexibilidad y la voluntad de compromiso son esenciales para llegar a soluciones que sean equitativas y beneficiosas para todos.

Además de los acuerdos de custodia y tiempo compartido, trabajarás en la definición de un plan de crianza efectivo y realista.

Esto implica la elaboración de un esquema detallado sobre cómo se llevará a cabo la crianza de los hijos a nivel de horarios, actividades, comunicación y decisiones importantes de la vida cotidiana.

 El impacto duradero de la Mediación Familiar en la resolución de conflictos

Llegados a este punto estarás viendo con tus propios ojos que la mediación familiar es una poderosa herramienta para resolver conflictos con la finalidad de alcanzar acuerdos duraderos y justos.

Vamos a ver cómo la mediación, aparte de resolver distintos puntos de vista, siembra la semilla para que un acuerdo se cumpla, dure en el tiempo y asegure un futuro más armónico para tu familia.

 Construye la base para una relación como padres pacífica:

A medida que los padres trabajan juntos en la mediación, aprenden habilidades de comunicación y saben cómo resolver diferencias que son vitales para gestionar su nueva vida independiente con responsabilidad parental.

Estas habilidades recién adquiridas sientan las bases para una relación más fluida y cooperativa, evitando futuros enfrentamientos y proporcionando un entorno más estable para los hijos.

Prepara a los padres para colaborar en el futuro:

Los padres aprenden a centrarse en el interés superior de sus hijos y a buscar soluciones conjuntas para las necesidades que vayan surgiendo en la familia.

 Facilita la adaptación a los cambios y nuevas dinámicas familiares:

La separación conlleva cambios importantes en la dinámica familiar cotidiana.

La mediación familiar ayuda a navegar por estos cambios de manera más fluida y flexible.
Por eso, los acuerdos personalizados y el plan de crianza que se desarrollan en mediación tienen en cuenta las nuevas circunstancias de la familia.

 Preguntas frecuentes sobre Mediación Familiar

 Qué diferencia hay entre un mediador y un terapeuta social familiar

Tanto un mediador como un terapeuta social familiar trabajan en el ámbito de las relaciones y la resolución de conflictos, pero sus enfoques y roles son diferentes.
Aquí te presento las diferencias clave entre un mediador y un terapeuta social familiar:

Mediador:

Enfoque en la resolución de conflictos. El trabajo del mediador está guiado por la Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles.

1. El mediador se centra en ayudar a los padres a llegar a acuerdos mutuamente satisfactorios y resolver disputas específicas. Su objetivo es facilitar la comunicación y el diálogo entre los padres para llegar a soluciones prácticas y factibles.

Cuando hay violencia de género no se puede mediar pues está prohibido por ley (artículo. 2 de la ley de mediación por la desigualdad de las partes).

2. Imparcialidad y neutralidad: El mediador es un tercero imparcial y neutral que no toma partido ni emite juicios. Su papel es garantizar que las partes tengan igualdad de oportunidades para expresarse y trabajar juntas en la búsqueda de soluciones.

3. Foco en el presente y el futuro: El mediador se enfoca en las cuestiones actuales que deben resolverse y en cómo las partes pueden cooperar en el futuro para evitar conflictos adicionales.

4. Resultados concretos: El resultado de la mediación suele ser un conjunto de acuerdos escritos que abordan los problemas específicos en disputa. Estos acuerdos están orientados a la acción y tienen el propósito de evitar la escalada de enfrentamientos y las disputas legales.

Qué profesionales se han de acoger a la Mediación de la ley: abogados, psicólogos, economistas, mediadores, etc.

Terapeuta social familiar:

El trabajador social puede trabajar bajo el paraguas de la Ley 5/2015 de 6 de julio, o utilizar la mediación como una técnica y herramienta de resolución de conflicto bajo la función de acción mediadora.

El terapeuta social realiza su intervención desde tres principios básicos:

Dignidad, libertad e igualdad. Y 17 principios generales  explicados en el Código Deontológico del Trabajo Social. 

La acción mediadora o técnica de la mediación es inherente al trabajo social desde sus inicios en 1880 promovidos por Jannen Addms.

El terapeuta social se enfoca en:

1. Salud emocional y dinámicas familiares: se centra en la salud emocional y el funcionamiento general de la familia. Su objetivo es ayudar a identificar patrones de comunicación disfuncionales y abordar cuestiones emocionales y psicológicas más profundas.

2. Trabajo en el pasado y el presente: puede explorar dinámicas familiares históricas y cómo pueden estar influyendo en la situación actual. Además, trabaja en el desarrollo de estrategias para mejorar la comunicación y el bienestar emocional.

3. Enfoque terapéutico: utiliza enfoques terapéuticos y técnicas de consejería para ayudar a las familias a superar desafíos emocionales, mejorar la comunicación y fortalecer sus relaciones.

4. Resultados emocionales y relacionales: los resultados de la terapia social familiar están más orientados hacia el desarrollo de habilidades de comunicación, la comprensión mutua y la mejora de las relaciones familiares a nivel emocional y psicológico.

En resumen, mientras que el mediador se enfoca en la resolución de conflictos prácticos y en la facilitación de acuerdos concretos, el terapeuta social familiar trabaja en construir pactos que influyan en la mejora de la salud emocional y las dinámicas relacionales dentro de la familia y a nivel personal.

 Qué pasa si los padres no llegan a un acuerdo en el proceso de mediación

Cuando llegar a un acuerdo se complica o es imposible, existen varias posibilidades que puedes barajar:

Acudir al juzgado a través de tu abogado para que negocie con el abogado de tu expareja. Y si tampoco lo consigue, la última opción que te quedará es la vía judicial mediante un proceso judicial contencioso de separación o divorcio.

Utilizar la herramienta de negociación colaborativa con la intervención de un agente neutral formado en esta herramienta de resolución de conflictos. Aquí intervienen dos abogados con sus clientes y el agente neutral.

A día de hoy es una herramienta poco utilizada en España porque requiere tiempo y es un proceso que conlleva coste económico.

La tasa de resolución del conflicto es alta, ya que se trabaja desde las necesidades e intereses de la personas y no desde la posición del “yo quiero” “yo gano” que es el modelo actual de negociación que utilizan el 90% de los abogados en España y que fomenta la competición entre los padres, la lucha de poder y el afán de derribar al otro porque se percibe como un enemigo.

 Cuándo no se recomienda la mediación

La mediación puede ser una herramienta efectiva para resolver conflictos en muchos casos, pero hay situaciones en las que se recomiendan otras opciones.

Por ejemplo:

1. Casos de violencia o abuso: En este caso la mediación está prohibida por Ley. La seguridad de todas las partes involucradas, en especial los niños, debe ser la prioridad y en esos casos, puede ser necesario recurrir a otras vías para proteger y no exponer a más situaciones de vulnerabilidad ni a la madre ni a los niños.

En esta situación antes de sentarnos a dialogar hay que empoderar a la víctima y ayudarla a tomar el control de su vida, potenciar sus habilidades y trabajar el miedo que le genera la simple presencia del otro. Y, aun así, hay otros posibles factores de riesgo a considerar que hacen imposible la mediación como una enfermedad mental, abusos de sustancias, ingesta abusiva de alcohol, etc.

Desde mi punto de vista, la mejor opción para no producir más vulnerabilidad ni victimización secundaria es un proceso judicial con medidas que protejan a los niños con seguimiento constante desde sede judicial para asegurar el cumplimiento de las medidas acordadas por el juez.

2. Falta de voluntad para cooperar: Si una de las partes no está dispuesta a participar en el proceso de mediación o quiere usar la mediación como táctica para retrasar o evadir una resolución, va a ser difícil lograr resultados positivos.

3. Trastornos mentales graves: Si una de las partes sufre algún trastorno mental que dificulta su capacidad para comunicarse o tomar decisiones.

 Cuánto suele durar una mediación

Como cada caso es único, la duración de un proceso de mediación va a depender de diversos factores, como la complejidad del conflicto, la cantidad de asuntos en disputa, la cooperación de las partes y la eficiencia del mediador.

Por lo tanto, no hay un plazo fijo para todos los casos de mediación, pero sí que suele ser más breve que un juicio y tiene menor coste emocional.

 Qué validez tiene el acuerdo al que se llegue en Mediación ¿Es fiable?

El acuerdo al que se llega en mediación puede tener validez y fiabilidad, aunque hay ciertos factores que deben cumplirse para que sea sólido y vinculante:

Validez:

Será válido si el acuerdo está dentro de las leyes y cumple con los requisitos legales.

Además, hay que tener en cuenta que un acuerdo válido en mediación es aquel en el que todas las partes participantes han aceptado los términos de manera voluntaria y sin coacción.

Fiabilidad:

La fiabilidad del acuerdo en mediación se basa en varios factores:

1. Profesionalidad del mediador: Un mediador competente ayudará a garantizar que el acuerdo se haya desarrollado de manera justa y equitativa.

2. Comunicación abierta: Si las partes han tenido la oportunidad de expresar sus preocupaciones y necesidades de manera abierta y respetuosa durante la mediación.

3. Comprensión de los términos: Antes de finalizar el acuerdo, es fundamental que todas las partes comprendan las implicaciones del acuerdo. Un acuerdo con malentendido podría dar lugar a problemas futuros.

4. Redacción clara y detallada: El acuerdo debe estar redactado de manera clara y detallada para evitar ambigüedades y confusiones. Un acuerdo claro y específico es más fácil de cumplir.

5. Cumplimiento voluntario: Como el acuerdo se basa en el consenso mutuo y la cooperación, es más probable que se cumpla por ambas partes en el futuro.

La mejor opción para darle validez y fiabilidad, es que una vez que estén preparados los pactos con la organización familiar (Plan de Parentalidad), cuentes con un abogado para que no haya ningún derecho vulnerado. Ni tuyo, ni del padre y menos de los niños y que se asegure de que lo pactado se ajuste a “derecho” es decir, a la ley (si no cumple esto, ni el fiscal que es la figura jurídica que vela por los niños ni el juez lo aprobarán) y para que le dé la forma jurídica y lo tramite vía judicial y solo tengas que ratificar (firmar en el juzgado).

Querer ahorrar dinero te puede salir caro y piensa que te juegas tu calidad de vida, tu salud mental y el bienestar de tus hijos ¿Te merece la pena arriesgar tanto?

 Diferencias entre mediación y negociación

La negociación y la mediación son dos enfoques distintos para abordar conflictos y llegar a acuerdos, aunque comparten algunas similitudes.

Te cuento cuáles son las principales diferencias entre negociación y mediación:

Negociación:

1. Control de las partes: En la negociación, las partes involucradas tienen el control total sobre el proceso y las decisiones. No hay un tercero imparcial presente para guiar el proceso.

2. Enfoque en los intereses propios: Cada miembro busca sus propios intereses y objetivos durante la negociación. La comunicación puede ser directa entre las partes o a través de representantes legales.

3. Foco en la competencia: La negociación puede tener un enfoque más competitivo, donde cada parte trata de maximizar sus ganancias y lograr una ventaja sobre la otra parte.

Mediación:

1. Tercero imparcial: En la mediación, un tercero imparcial llamado mediador guía el proceso de resolución de conflictos. El mediador actúa como un facilitador neutral que guía a las partes hacia soluciones colaborativas.

2. Enfoque en intereses compartidos: La mediación fomenta la identificación y el enfoque en intereses y objetivos compartidos entre las partes. Se busca llegar a acuerdos que satisfagan a ambas partes de manera justa.

3. Foco en la cooperación: La mediación fomenta la cooperación entre las partes en lugar de la competencia. Las partes trabajan juntas para encontrar soluciones.

4.Resultados consensuados: El objetivo de la mediación es llegar a un acuerdo consensuado que sea beneficioso para ambas partes. El mediador ayuda a las partes a comunicarse de manera efectiva y a encontrar soluciones en las que ambas estén de acuerdo.

5.Entorno más estructurado: La mediación sigue un proceso estructurado con etapas específicas, como la definición del conflicto, la identificación de intereses y la generación de soluciones.

En resumen, la mediación familiar logra reducir el conflicto, fomenta la colaboración y el enfoque en soluciones, y enseña a los padres para tomar decisiones conjuntas.

La consecuencia es que los padres pueden crear así un ambiente más armonioso para sí mismos y para sus hijos durante y después de la separación.

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Un abrazo,

María Dolores

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